La educación prohibida es una película en la cual se propone una nueva escuela, un nuevo modelo de educación que supone un gran giro con respecto a la labor que actualmente se desempeña en las escuelas. Es vídeo de carácter crítico que invita a la reflexión y en el cual participan un gran número de participantes que aportan sus diferentes visiones y opiniones acerca de la educación, pero todos coinciden en la necesidad de cambiar y adaptar las necesidades de la sociedad a nuestro momento actual. Ante todo y sobretodo defienden el “autoaprendizaje colaborativo”, en el que los niños aprenden por sí solos, cada uno lo que mejor se le da, para poder ayudar al resto, de manera que todos podemos aprender de todos, y que el amor y el respeto es primordial en esta tarea.
El reportaje nos muestra, a través de críticas de profesionales pertenecientes a las escuelas de carácter innovador, cómo hay que basarse fundamentalmente en los intereses del alumno en sí, en su atención, dejando a un lado la competitividad, la adquisión de conocimientos con naturaleza preventiva (por si alguna vez hicieran falta) con metodologías tediosas, y alejados de pretender obtener estandarizadas personas, se puede enseñar formando a personas libres, capaces de resolver problemas y tomar soluciones centrándose en la propia naturaleza humana, fomentando de manera natural la imaginación, el interés por la experimentación, la toma de decisiones, la independencia, dejando a un lado conseguir ser el mejor o no cometer errores, porque en la equivocación está también está también el aprendizaje. Decidir bajo su responsabilidad que se quiere conseguir en la vida, aprender sin miedos, basando todo ello la libertad. El docente es guía en esta escuela que se nos presenta y está ahí para aprender al igual que sus alumnos y no dando órdenes como pasa hoy en día.
También es cierto que la película deja de lado la evaluación y el alcance de objetivos pedagógicos pero se centra en una educación con amor, con libertad, con respeto y con aprendizaje, que no sabemos que será más importante. Con todo esto, se presenta una educación en dicho documental en continuo aprendizaje y nada concluyente y resalta la imposibilidad de enseñar cuando uno no es feliz, eso sí que es una educación prohibida.